Danielle S. Castillejo

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Dina Martinez - a story - una historia

Dina Martinez - a story - una historia

Almost a year ago I left an organization, which I had labored for over 13 years and took a sabbatical.

I found myself exhausted from having to push against the system to try and make space for latine community.

It was too much work to do that and also try and live everyday life in South Central LA. Hood life just hits different, you are so busy trying to just get basic needs and safety that a sense of belonging is not really your priority. Yes I want to be accepted and feel like I belong, but primarily to not be in hyper-vigilance for once would be nice. As I processed with my therapist my concerns, I found that nothing really felt safe, not my household, my work environment, my spiritual disorientation as I deconstructed faith practices, my finances, relationships with friends and community were all tied together and all felt like a big knot that gathered in the pit of my stomach forming a ball of perpetual anxiety that left me restless and unsettled. 

My therapist, coach and I began the journey into figuring out what a  6 month sabbatical of trying to find safety, physically, emotionally and spiritually could look like. My biggest practice in the 6 months was to slow down enough to create a sense of safety.

My therapist presented to me the Maslow’s hierarchy needs as a way for me to understand where my restlessness originated from, but after listening to indigenous folks, I started imagining it more like a circle instead of a pyramid.

I imagine it like still water right before you throw a pebble in it, serene space and then begin the concentric cycles of safety. From the inner circle, basic needs like good sleep and good food, then the next layer, clean and calm living situation, then next layer, compassionate and understanding relationships, then next layer, my labor and where I invest my energy towards. Reflecting on questions like, Does this feel honorable and meaningful?

Practicing the stillness and then the drop of the pebble again in a different location with different people. Being curious with each difference and how it was received in my body. Eventually creating a routine to take actions in developing safety.  

As I developed safety and understood what my needs were in order for me to feel at peace, I then was able to process how to partake in a community that I would feel a sense of belonging with.

Reflecting through all the different friendships and relationships, I found that I felt the most at ease with Latina women. I don't have to explain myself to them and they don’t have to explain themselves to me. One of the things that was hard about being in Primarily white spaces in all the over communication that women of color have to do in order to maybe belong.

I remember when I was getting ready to take on a national role, one of my development coaches told me that as a woman of color we would most likely spend a lot of energy explaining our actions to white people and she was so right. So when I am with just latina women I feel the difference, of not having to over communicate. Like I don’t need to give context for them, or explain my food, or translate for them.

One of my most meaningful trips was traveling to Oaxaca with all latina women. I found myself not needing to be a cultural guide or translator because we all knew how to navigate well. Everyone was mindful of each other and had the ability to understand indirect and direct communication. We all thought through our safety and initiated questions, making sure we were all eating and getting good rest. Having fun but also making space for depth in conversation.

Coming up with creative solutions together.

 I find that with latina women, there is a restoration of my agency and voice given back.

It reminds me of my household, which is all women and my dad. During covid season, somehow all my sister husbands and my dad had to travel and so all the women decided to just stay in one house with all the kids together and that weekend was the most relaxing weekend we had had in a while. Sunday afternoon, as the men slowly arrived I saw the survival mode set in for my sisters and mom and the need to serve them food. I focus on the period right before they arrived, the goodness of community with latine women, it felt sacred because they aren’t always accessible.  I find spaces like this to be where I find belonging and community. At the center holding, like treasure, a genuine sense of peace. I now know the feeling and move in that direction. 

Español

Hace casi un año deje una organización en la cual había dedicado 13 años trabajado arduamente para tomar un sabático. Me sentia agotada tratando de poner presión a un sistema para que hiciera espacio para la comunidad latine.

Era un esfuerzo constante de tratar de poner presión para cambiar las cosas y sobrevivir lo cotidiano en la Ciudad de Sur Centro Los Angeles. La vida de barrio es como tener que subir una montaña todos los días, los días son ocupados y largos, para poder obtener las necesidades básicas que en un sentir de pertenencia no es necesariamente tu prioridad. Claro que teóricamente hablando, quisiera ser aceptada y tener un sentir de pertenencia, pero para empezar prefiriera no tener el constante sentir de hipervigilancia.

Al procesar con mi terapista mis preocumaciones, me di cuenta que nada se sentía seguro, mi casa, el medio ambiente de mi trabajo, mi desorientación espiritual al deconstruir mi práctica, mis finanzas, relaciones con amigos y mi comunidad todo enredados juntos en un gran nudo atrapado en la boca del estómago formando una pelota de ansiedad perpetua que me había dejado inquieta y perturbada. 

Mi terapista, consejero y yo emprendimos la jornada para descubrir cómo retomar seguridad física, emocional y espiritual a través de un sabático de seis meses. Mi práctica primordial en esos seis meses fue tratar de ir más despacio y poder crear un sentir de seguridad. Mi terapista me demostro La hirarcia de necesidades por Maslow, para poder entender el origen de mi hipervigilancia e inquietud, pero al escuchar a algunos de líderes indígenas, empecé a imaginarlo como un círculo envés de una pirámide.

Me imagino una masa de agua tranquila antes de tirarle una piedra, en una paz absoluta y luego al tirar la piedra empieza a crear círculos concéntricos de seguridad. Desde el círculo interno, con necesidades básicas como dormir suficientes horas, comer comida saludable, al próximo círculo un ambiente limpio y sereno, al siguiente círculo, con relaciones compasivas y comprensivas, al próximo círculo, mi labor y cómo decido invertir mi energía cada día.

Reflexionado en preguntas como ¿Sientes tú que es honorable y significativo lo que vas hacer hoy? Practicando la pausa y serenidad y de nuevo tirar la piedra otra vez pero en un ambiente o lugar nuevo con diferentes personas. Manteniendo la curiosidad con las diferencias y como mi cuerpo lo recibe. Eventualmente creando una rutina tomando acción activamente creando ambientes seguros para mi misma.    

A través del tiempo mi mundo interno se empezó a sentir más seguro, yo misma tomando acción en prover mis propias necesidades, empecé a sentir más paz interna con constancia.

Decidí reflexionar en todos los lugares y relaciones familiares y amistades diferentes.

Me di cuenta que mujeres latinas en dónde puedo sentir que descanso más y puedo sentir tranquilidad.

No tengo que dar explicaciones ni ellas a mi. Una de las dificultades al trabajar en ambientes donde la mayoría es blanca, es que constantemente tengo que sobre-comunicar mi persona para ver si tal vez puedo ser parte del grupo y tener un sentir de pertenencia. Recuerdo cuando esta entrenando para tomar una posición nacional en mi trabajo, una de mis consejeras me dijo que como mujeres latinas, muchas de nuestra energía y tiempo se lleva explicando nuestras decisiones y acciones a personas blancas y fue cierto lo que dijo ya que eso fue mi experiencia.

Pero con otras mujeres latinas no necesito explicar mi comida, o traducir lenguaje o cultura.

Mi viaje a Oaxaca fue unos de los más significativos con mujeres latinas. No tuve que ser una guía cultural o tratar de traducir porque todas sabemos cómo navegar el ambiente. Todas consideradas de las necesidades de cada una con la habilidad de entender la comunicación directa e indirecta. Todas considerando la seguridad de cada una y tomando iniciativa en ser inquisitivas, para asegurarnos de que todas descansaremos bien y comiéramos y nos sintamos bien. Con mucha diversión y conversaciones profundas. Solucionando los obstáculos con creatividad colectivamente.

Me he dado cuenta que con mujeres latinas, hay una restauración a mi voz y habilidad de decidir y tomar acción por mi misma.

Me recuerda a mi familia, la cual está compuesta de todas mujeres y mi papá. Durante la cuarentena de covid, de alguna forma todos los esposo de mis hermanas y mi papá tuvieron que viajar así que todas las mujeres decidimos que nos queríamos quedar todas en una casa con los niños para ayudarnos. Ese fin de semana vi como mis hermanas y mamá pudieron relajarse más. El domingo por la tarde, conforme iban llegando los hombres empecé a ver como ellas entraban en modo de supervivencia y con una preocupación y ansiedad al tener que servir comida. Mi enfoque es en el periodo antes que ellos llegaran, la paz en el medio ambiente todas juntas,lo sentir sagrado ya que no siempre es accesible.

En ambientes asi es donde encuentro comunidad y un sentir de pertenencia. El centro atesorando un sentir genuino de paz y serenidad. Ahora conozco ese sentimiento y busco moverme en esa dirección. 


Dina Martinez (She/Her/Ella) grew up in an inner city neighborhood in Los Angeles, where her parents emigrated from El Salvador. This has given her both resiliency and resourcefulness. She is a cultural guide, having grown up in the intersectionality of Los Angeles, crossing cultures, ethnicities, socioeconomic conditions, genders, and generations. Dina graduated from the University of California, Santa Barbara where she studied sociology and Spanish. She has worked with college students for the past 13 years. In her free time she enjoys running, hiking and yoga.