El Coronavirus, Ansiedad, Aislación, y Trauma
El Coronavirus, Ansiedad, Aislación, y Trauma
El virus ahora, ha integrado en nuestras vidas, nuestras conversaciones, y está viviendo en nuestros pensamientos. Tal vez tienes o no tienes los síntomas físicos que califican en el mundo de los médicos para un diagnosis que tienes el coronavirus, de todos modos, estas infectado.
Siempre hemos estado infectados.
Diario estamos batallando en contra la ansiedad, el miedo – la aislación y es la realidad para muchos.
Las noticias empiezan con reportajes de casos nuevos, áreas del mundo que tienen más y más casos, y yo trato de localizar yo mismo físicamente, y espiritualmente en las historias que escucho. La intersección de mi cuerpo, mis emociones acerca de mi vida que está cambiando, y mi fe son difíciles. Batallo para encontrar palabras para expresar incertidumbre.
Palabras influyen como pensamos (Sapir-Whorf). Y, no hay suficientes palabras para expresar como el Coronavirus ha afectado nuestras vidas. Annie Rogers explica que la falta de palabras – en nuestros idiomas es “indescriptible”.
Nuestra sociedad busca – está creando un idioma nuevo – para expresar los sonidos repetidos y los lugares vacíos (significaos) de lo que no existe en lengua. Rogers dice, “Esto es “indescriptible, donde las palabras habladas, todavía no tienen conexión con lo que queremos explicar” (p. 186).
Quiero bromear sobre la falta de papel del baño, quiero resolver un solo problema, un aspecto de una situación que no puedo controlar para nada. Y, tal vez cuando busco papel del baño, voy a cumplir algo. Para mí, es una manera de comunicar lo que no puedo explicar con palabras.
En este proceso, tengo que confrontar que necesito controlar algo (comprar papel del baño), y el sentimiento de estar fuera de control.
Y ofrezco amabilidad a mí mismo y que necesito hacer bromas acerca de mi aventura buscando papel del baño. Yo también tengo ansiedad que este virus, y el pánico va a explotar mis planes de graduar, y empezar mi trabajo nuevo.
Practico respirar, y conectar con amigos.
No hay muchos lugares en el mundo donde puedo hablar de mis miedos, ansiedades, y experiencias traumáticas. Así que, el coronavirus es una manera concreta de expresar las tres cosas. De ninguna manera digo que el virus no es serio, pero ha abierto conversaciones diferentes.
Por lo tanto, me doy permiso para estas conversaciones, con una variedad de personas y amigos.
Practico escuchando. Practico escribiendo. Practico orando.
EL coronavirus abre otra manera de pensar en los demás – los mayores, marginados, trabajadores que no pueden trabajar desde sus casas, personas que no tienen dinero, casa o amigos.
Los mayores que viven en nuestra comunidad son los más afectados, y puede ser mortal.
¿Como debo de pensar acerca de mi cuerpo?
Mi cuerpo puede tener el virus sin síntomas, y brincar a otra persona mayor y ser mortal.
¿Como puedo observar mis vecinos, americanos de raíces asiáticas, como los objetivos de bromas y nuestros miedos?
¿Tal vez olvido conectar con personas que no tienen tantos amigos – las personas sin acceso a medicamento – los mayores – las personas que viven con trauma – las personas que viven con alto niveles de ansiedad?
Peleando con los partes de mí que son egoístas no es fácil ni divertido. Necesito pensar donde voy, con quien estoy, y porque siento que tengo derecho de estar en cualquier lugar.
El sentimiento de perder control es familiar a las personas que han experimentado trauma. Sobrevivir trauma es sobrevivir experiencias fuera de control. ¿Como puedo ofrecer amabilidad a las personas que tienen pánico y terror y no tienen palabras para explicarme lo que está pasando?
Por su puesto, el coronavirus vive adentro de me, y los lugares donde yo lucho en contra sentimientos de frustración, enojo, tristeza y vivir sin voz y poder.
Yo te pido, si puedas contratar, conectar con tus amigos – personas para encontrar maneras de pelear aislación, ansiedad, y tal vez compartir papel del baño con tus vecinos – haz lo.